Ministra Brown, ¿qué están esperando?

Por: Ronny Largo, Educador y Comunicador

Estimada Ministra de Educación, María Brown, espero se encuentre bien,  porque los que somos de Durán,  no lo estamos. Una vez más,  la voz del ciudadano durandeño ha sido ignorada. Escuché sus declaraciones en un medio nacional y estoy profundamente decepcionado de la apatía, quemeimportismo y nula empatía que el Gobierno nacional tiene con los padres de familia de mi ciudad y sobretodo, con los niños.

¿Qué están esperando para que los niños tengan clases virtuales? ¿Una desgracia más? ¿Bombas en los colegios? ¿Sangre de inocentes con uniforme?

Se equivoca Ministra, la educación presencial no es prioridad en cualquier contexto, lo que es prioridad es la VIDA Y SEGURIDAD de los niños, los más indefensos en esta situación de guerra en las que vivimos.

Qué complejo es cuando equiparamos la palabra cualquiera con violencia. Aquí matan todos los días,  a cualquier hora del día,  sin mirar a quien. Esto que tiene a toda una ciudad en constante zozobra no es una percepción,  es una dura y cruel realidad.

Como educador comprendo la importancia de la formación presencial, pero hay que saber sopesar. En ocasiones prevenir antes que lamentar deja de ser una frase cliché y se convierte en la expresión de sabiduría que se necesita para guiar. Usted es la autoridad, actúe como tal.

Los estudios y experiencias internacionales a los que usted se refieren son eso, información del pasado. Este presente que vivimos,  merece ser revisado como un fenómeno vivo, que tiene sus propia realidad y matices. Pero es más sencillo al parecer,  ajustarse a lo que pasó afuera que decidir en base a lo que pasa adentro.

Actúe ahora en consecuencia del peso de su cargo. Deje la burocracia de lado y que pese más el lado humano. Ya tenemos bastante en el cantón con un historial de autoridades locales inoperantes para que el Gobierno Nacional sigan el mismo camino. Seguramente a la hora en que esté leyendo esto usted o uno de sus asesores algo trágico está ocurriendo en Durán. Porque así estamos.

Queda en usted y el presidente la responsabilidad de lo que pueda ocurrir, la atención al desespero de los padres durandeños por sus hijos y la oportunidad de brindar algo de paz a una ciudad convulsionada. Espero pueda entrar en razón y escuchar al pueblo mandante y sino, entenderé el por qué deben marcharse dos años antes de lo previsto.

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