Durán, la ciudad que lucha por sobrevivir entre la violencia

El cantón Durán es la octava ciudad más poblada de Ecuador con más de 300 mil habitantes. La ciudad se ha convertido en un territorio de disputa entre bandas del crimen organizado, generando incertidumbre y temor entre sus habitantes.

La ubicación geográfica del cantón y el asentamiento de bandas del crimen organizado han provocado el incremento de índices de muertes violentas en los últimos años. De enero a noviembre de 2023 se han registrado más de 300 muertes al estilo sicariato.

El elevado índice de criminalidad ha llevado a Durán a ser comparada con las 10 ciudades más violentas del mundo, según informes del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal de México publicado por el medio digital Primicias.

El alcalde de Durán, Luis Chonillo, también fue víctima de un atentado criminal el pasado 15 de mayo de 2023 cuando se dirigía hacia su primera sesión de concejo municipal. Esto evidencia la grave crisis de inseguridad que atraviesa la ciudad. Para finales de 2023, Durán podría terminar con una tasa de 99,7 homicidios por cada 100.000 habitantes

La crisis de inseguridad no solo se vive en Durán. Las altas cifras de mortalidad ubican a Ecuador en el top 10 de países más violentos del mundo donde ocupa el puesto 10 junto a Siria con el 7.07 de criminalidad, según el índice Mundial del Crimen Organizado.

En un reportaje de la Red de Periodismo de Investigación de la Fundación Periodistas Sin Cadenas las familias duraneñas cuentan las experiencias vividas en estos ataques armados. En este se relata la historia de Sandy, una adolescente de 13 años que resultó herida en su pierna derecha el pasado 14 de julio cuando una bala de fusil atravesó la puerta principal de la vivienda donde se encontraba junto a su hermano de 7 años. 

Hace 2 meses, Jaime de 38 años estuvo a punto de ser alcanzado por una bala mientras compraba en una tienda a tres cuadras de su domicilio, en Colinas del Valle. Esto refleja el impacto directo de la violencia en la vida cotidiana de los habitantes del cantón Durán.

La educación también se ve golpeada por la ola de violencia. Los padres de familia han optado por retirar a sus hijos de las escuelas debido a los hechos suscitados en las inmediaciones de varios planteles educativos. Además, los negocios y emprendimientos sufren pérdidas significativas, algunos incluso cierran sus puertas.

Los moradores, se ven obligados a tomar medidas para protegerse. En el sector de Primavera 2 se han instalado sistemas de seguridad como rejas metálicas en las calles peatonales, con la finalidad de que personas de otros sectores no ingresen a la ciudadela.

Quienes viven en Durán anhelan recuperar la calma y vivir en paz en la ciudad en la que muchos han crecido. La comunidad se une en la búsqueda de soluciones e implementa medidas de seguridad, pero la situación persiste como un desafío diario para todos.

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