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Los dueños del poder, quieren perpetuarse

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Por: Jhonny Alvarado – Periodista

Durán es unos de los 221 cantones del país, que bien podría tener un enorme desarrollo social y económico, pero vive sumido y enredado en lo intrascendente.

Esta urbe, vecina de Guayaquil, la ciudad que por 30 años permanece secuestrada por los social cristianos, no escapa a los tentáculos de las mafias partidistas. En las tres décadas que cuenta con un alcalde, solo 8 años se libraron de los garfios social cristianos. Entre 1996 y el 2000 con Oswaldo Peñaherrera Loaiza del Partidos Roldosista Ecuatoriano y desde el 2014 al 2019 con Alexandra Arce Plúas de Alianza País. Es decir son 22 años administrados por los iluminados del PSC.

Sin embargo, con todos los malestares que han generado a la ciudadanía, los socialcristianos no tienen el mínimo reparo en volverse a postular las veces que sean necesarias y caotizar aún más la administración municipal que desde hace muchos años bordea la inoperancia y la incompetencia. En este cantón que bien podría convertirse en un potencial turístico, comercial y empresarial apenas un 22,6 % de la urbe tiene alcantarillado. Construir un nuevo desfogadero es, junto a la falta de agua potable las constantes ofertas de campaña que aún sigue siento la punta de lanza, porque mientras no se la cumpla será el tema recurrente.

Pero el problema no solo se afinca en Durán, Guayaquil es otro bastión de los PSC, la urbe porteña que desde 1978 hasta 1992, padeció de pésimas administraciones municipales salió del caos de la mano de León Febres Cordero quien fue alcalde durante 8 años y Jaime Nebot por 19. Sin embargo, los dos antecesores de Cinthya Viteri hicieron un trabajo aceptable en comparación a los desaciertos cometidos por la rubia alcaldesa.

Y aunque el panorama guayaquileño es deplorable, el guayasense lo es mucho más. Esos últimos 4 años de la mano de Susana González, la prefectura presenta falencias insostenibles pero la más visible es el dragado que lo prometen elección tras elección. La también, rubia candidata, no ha dejado poste libre, ni en la ciudad ni en la provincia con su tuneada imagen.

Durante el debate se limitó a responder con las limitaciones propias que ha demostrado en toda su administración, aunque no fue arrogante como Viteri que pidió aplausos a sus oponentes porque en -su real imaginario- ella ya ha hecho todo lo que sus contendores prometen. En otras palabras, vivimos en una ciudad de ensueño.

No sería raro, que en esta época invernal una fuerte lluvia les juegue una mala pasada a la Cinthya y a la Susy; y termine con ese cuento, de que con ellas todo es más bello.

Un aguacero sacaría a relucir las falencias del alcantarillado guayaquileño y la incapacidad de los PSC en solucionar un problema que la ciudad arrastra hace décadas. Con un chubasco de gran calibre hasta la Susy pierde seguidores por no dragar el Guayas.
Prendan velas ¨señoriticos¨ del PSC porque si días u horas antes de las elecciones llueve, Guayaquil y Guayas colapsan. Será que el domingo 5 de febrero, todos vamos a preguntar: ¿Dónde están las rubias? (O)

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