Publicidad en tiempos de inseguridad
Por: Lcdo. Elvis Campos Chávez Mgs.
Experto y Docente Universitario en Marketing
Normalmente, me han visto escribir sobre política local, pero esta vez aunque la política local y nacional es la culpable, hablaré de publicidad en tiempos de inseguridad porque una frase que escuché de un cliente hace pocos días quedó retumbando en mi mente “no quiero hacer mucha publicidad, no quiero que me secuestren, ni me vacunen”.
Esto generó una inmensa incertidumbre en mí, al proyectar este pensamiento hacia el comercio en general, ¿cuántos comerciantes y empresarios estarán pensando o incluso haciendo lo mismo? Dejar de hacer publicidad definitivamente por la inseguridad puede provocar una cadena de problemas comerciales a cualquier organización, pero definitivamente exponer la vida es peor que no vender.
Desde cuándo un emprendedor o empresario que emplea estrategias de marketing para mejorar los ingresos de su negocio o empresa, se volvió un valiente que hace publicidad a riesgo de su propia vida. ¿En qué escenario es esto normal?
Siempre los recortes a la publicidad en medio de las crisis se han dado. Eso sí era normal, nunca una decisión acertada, pero casi todos los que no entendían que las crisis son oportunidades recortaron alguna vez sus presupuestos de mercadeo por crisis: económicas, políticas, naturales, etc., obviamente justificados en priorizar gastos de mayor importancia como la nómina.
Que la crisis de inseguridad haya llevado directamente a un recorte presupuestario a la publicidad debido al riesgo contra la vida, es algo nunca antes visto en el campo profesional del marketing. Optar por hacer mercadeo en estos tiempos, debe ser una decisión de valientes, acompañada de una posible serie de sucesos posteriores que podrían generar más costos por aumento de seguridad interna, seguridad personal y hasta protección contra robos y atentados. La inseguridad no puede seguir frenando la reactivación económica del país.
¿Qué es lo que puede hacer un dueño de negocio?
- Priorizar el marketing directo mejorando sus bases de datos con correos y números de WhatsApp.
- Crear estrategias enfocadas en estados de WhatsApp y cadenas de correos electrónicos o mensajería directa.
- Sus redes sociales deben estar segmentadas en base a la privacidad bien estructurada solo para compradores frecuentes, dónde dé especiales beneficios por ser parte de la comunidad y asegurando la recompra de clientes efectivos.
- Mejorar sus canales de atención al cliente y distribución, específicamente para este grupo de clientes que recompran, brindarles seguridad y comodidad de no exponerse a los riesgos que conlleva también la calle para ellos.
- Ampliación de canales de pagos electrónicos que eliminen el manejo de efectivo en las transacciones comerciales para conveniencia de ambas partes.
Con un buen plan quizás no se logre crecer como negocio a ritmo acelerado, pero puede permitirse una estabilidad de ventas e incluso un posible crecimiento en los ingresos por factores de confianza, seguridad y buen servicio.