Locales comerciales cierran temprano por crisis de inseguridad en Durán

En menos de un mes el cantón Durán ha sido escenario de múltiples hechos violentos. Tan solo del 28 de junio al 17 de julio de 2023 se han resgitrado 38 asesinatos en el cantón. En lo que va del año, la ciudad registra 104 muertes violentas en compración a las 75 que reportaba en el mismo periodo en el 2022.

El sector de Primvaera 2 fue escenario de varios hechos violentos durante estas útimas semanas. Aproxidamente 5 personas fueron asesinadas en este sector al estilo sicariato.

Quienes habitan en este sector han sido testigos del impacto negativo que han tenido estos hechos y como forma de precatuelar su seguridad, emprendedores han optado por cerrar temprano sus negocios. 

¿Cómo afecta la crisis de inseguridad a los locales comerciales?

José (nombre protegido) conversó con este medio sobre la complicada situación de inseguridad que atraviesa la ciudad. Él ha vivido hace más de 30 años en Durán y ha tenido que tomar medidas de urgencia en su emprendimiento ante la ola de violencia.

“Hace 7 años decidí emprender, lastimosamente hoy estamos atravesando una difícil situación en el sector y como dueño de un local comercial debo velar por la seguridad de mis colaboradores. Me he visto en la obligación de ajustar los horarios de atención, si antes cerraba a las 23h00, hoy solo me quedo hasta las 21h00 ”, dice.

Además, dicho local optó por colocar rejas de seguridad y reducir la atención de clientes nuevos y trabajar con clientes frecuentes. Sin embargo, algunos de ellos -por temor- han decidido quedarse en casa.

La tensión en la que viven los moradores de la avenida comercial de Primavera 2 ha provocado que la afluencia de personas disminuya. A partir de las 20h00 gran parte de los locales de comida y variedades cierran por precaución. Locales cerrados, sumado a la débil iluminación que existe, queda una avenida completamente desolada ocasianada por factores de la inseguridad. Transitar por esta avenida como se lo hacía antes, imposible.

Lucía es una joven extranjera que se radicó en el cantón hace 4 años. Ella se dedica a vender comida en dicha principal, pero al igual que José tuvo que buscar alternativas y así seguir generando ingresos para su hogar.

“Antes colocaba una mesita afuera de mi casa y vendía mis productos, ahora trabajo por pedidos con clientela fija y que ya conozco, es la única manera que encontré para seguir trabajando y poder cuidarme también”, indicó

Para Camilo (identidad protegida) la situación es más compleja. Junto a su familia han sacado adelante su negocio de comidas rápidas por más de 10 años. Ellos no tienen local propio, trabajan desde la acera.

“Siento que estamos más expuestos al no trabajar dentro de un local donde refugiarnos en caso de una tragedia, pero si no trabajamos, no comemos. Antes salíamos con el negocio a las 20h00, pero ahora toca abrir antes porque a las 21h00 los compañeros empiezan a guardarse. En ese lapso de tiempo pocas personas llegan”, cuenta Camilo lamentando la situación de inseguridad que atraviesa el cantón.

Los locales comerciales no son los únicos que se ven afectados ante los hechos violentos de las últimas semanas. Las familias de este sector se sienten prisioneras de la inseguridad.

Es el caso de Esperanza (nombre protegido),  una adulta mayor de 66 años que solía caminar por las tardes en el parque lineal de Primavera 2. Lo hacía junto con su nieta de 16 años. Dice ella que hoy ni siquiera puede asomarse a la ventana por el miedo que le ha generado tanta incertidumbre.

Por su parte, las madres de familia, también sienten preocupación por llevar a los más pequeños del hogar a las escuelas.  “Lo mejor sería que los niños reciban clases virtuales hasta que las autoridades hagan algo y la ciudadanía pueda estar tranquila porque cada día se suma una nueva muerte”, indicó Soledad (nombre protegido).