La Aerovía revive la tradición ‘fritanguera’ en Durán

A mediados de la década de los noventa, tomar las lanchas hacia Durán para comer en las fritanguerías de su malecón, era un plan de domingo arraigado en los guayaquileños. Hoy ese escenario se replica en otro malecón del cantón, a tan solo un par de kilómetros más hacia el sur, esta vez aupado por un nuevo medio de transporte: la Aerovía.

El Chanchito de Berthita, una de las pocas frintanguerías que sobrevivieron al declive del malecón Alfredo Palacios, fue una de las primeras en apostarse en este nuevo sector, ubicado en el malecón Dr. Roberto Gilbert Pontón, de la ciudadela Abel Gilbert 3. Olga Bastidas, heredera de las 4 sucursales en funcionamiento, nos comentó que su decisión de abrir un nuevo local en ese sitio se dio debido a la insistencia de su clientela. “Los días más movidos son los fines de semana, especialmente cuando se puede usar tickets en vez de tarjeta”, afirmando que las autoridades deberían considerar el uso diario de tickets, para dar un impulso al turismo gastronómico.

Idea con la que concuerda Cristina Novillo, dueña de ‘La Chocita Original de la Merced’, instalada en frente del local de Bastidas. “Este es un punto turístico que está creciendo, gracias a nuestra sazón», Por otro lado, instó a las autoridades municipales, a acentuar más los controles para evitar el denominado ‘jaleo’; actividad que consiste en buscar clientela en las puertas de la Aerovía, lo que según comentó, genera incomodidad a los turistas y ya ha provocado fricción entre los restauranteros.

“Estamos muy felices de ver la acogida que está teniendo el sector», expresó Vilma Pancho, riobambeña que llegó a Durán buscando nuevas oportunidades tras la pandemia. “Hemos hecho clientela fija y hasta nos están pidiendo que abramos una sucursal en Guayaquil”.

Jenny Pancho, también riobambeña, como Vilma Pancho y Cristina Novillo, fue la última emprendedora en llegar a la ciudadela, contó que desde el momento que abrió la Aerovía, le “puso el ojo” al local desde donde hoy atiende a los turistas, con su hornado chimboracense. “Todos los días llega gente a buscarme, ya me conocen como ‘La madrina del hornado’. Ojalá el Municipio apoye y promocione”, concluyó.

La creciente popularidad del sector ha hecho que los espacios de estacionamiento sean más limitados que antes, lo que genera incomodidad entre algunos vecinos: “Está bien que pongan sus negocios, pero esta es una zona residencial, a veces uno quiere parquear su carro afuera de su propia casa y no se puede… Porque hay clientes o porque un ‘franelero’ te quiere cobrar”, expresó un morador que prefirió no dar su nombre.

“Hay que apoyar, pero también controlar”, sentenció por su parte Jaime Herrera, usuario de la Aerovía. Para Herrera, como para muchos otros consultados, es importante que exista mayor presencia municipal, no solo para brindar seguridad, sino también para incentivar el turismo: acompañar el desarrollo de estos emprendimientos con ferias y eventos artísticos que volteen la mirada de la gente en este nuevo “Malecón de la Fritada».

Por: Diego Martinez.